El sur de la Florida experimentó una serie de eventos climatológicos extremos este pasado fin de semana, incluyendo una intensa ola de frío, fuertes vientos, precipitaciones, e incluso amenazas de inundaciones. Esta situación climática inusual provocó diversas afectaciones en la región.
Primero, un frente frío se desplazó por el estado de Florida, trayendo consigo bajas temperaturas y un aire más seco. En Miami, por ejemplo, las temperaturas máximas no superaron los 70 grados Fahrenheit, mientras que las mínimas se situaron entre los 50 y los 60 grados. Las noches del lunes y martes se esperaba que fueran las más frías, con mínimas de entre 40 y 50 grados. Durante el fin de semana, los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach experimentaron inundaciones y fuertes vientos, con ráfagas que alcanzaron hasta 60 mph en algunas áreas, causando la caída de árboles y cortes eléctricos. Más de 3.000 hogares se quedaron sin electricidad el sábado, y el domingo se reportaron alrededor de 400 cortes de energía. El riesgo de corrientes de resaca en las áreas costeras también se mantuvo alto hasta el domingo por la noche.
Además, ciudades como Miami, Miami Beach y Fort Lauderdale registraron un amanecer con temperaturas por debajo de los 60 grados. Sin embargo, se preveía un cambio en el estado del tiempo a partir de la noche del martes, con un ascenso gradual en las temperaturas. Para el miércoles por la tarde, se esperaban máximas que oscilarían entre los 70 y los 80 grados. A pesar de esto, entre el jueves y el domingo, se esperaban amaneceres frescos en el rango de los 65 grados, con probabilidades de lluvia tan altos como en promedio del 80%. Con la lluvia, vendrían vientos que podrían aumentar hasta alrededor de 20 mph a lo largo de las áreas costeras.
Por otro lado, funcionarios de las zonas costeras instaron a los residentes a estar alerta y preparados para una gran cantidad de lluvia y fuertes vientos. Banderas rojas ondearon en playas del estado, alertando a los bañistas sobre las peligrosas condiciones. Se pronosticaba la posibilidad de fuertes ráfagas de viento y algunos tornados, que podrían provocar inundaciones hasta el domingo por la mañana. La meteoróloga Jessie Smith del NWS en Melbourne explicó que el centro del sistema se originó en el Golfo y, a medida que avanzaba por el estado de Florida hacia el norte del estado, se organizaba más. La tormenta se esperaba impactar la costa atlántica desde Georgia hasta Carolina del Sur a última hora del domingo.