La vuelta a una economía de respaldo, una necesidad financiera

Cuando el 15 de agosto de 1971 el presidente Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del oro, estaba cerrando un capítulo económico importante que, aunque no ofrecía una garantía al 100 por ciento, frenaba en alguna medida lo que ha venido sucediendo después. Con el acuerdo Bretton Wood, finalizado en 1973, se cerraba capítulo y este pasó a ocupar una línea en el recuerdo. A partir de ahí las grandes fluctuaciones monetarias han detenido, en alguna medida el flujo libre del comercio y al final los consumidores han salido perjudicados. Hiperinflaciones, bancarrotas económicas, países en quiebra.

Bretton Wood fue un sistema de gestión monetaria, que estableció reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los EUA, Canadá, los países de Europa Occidental, Australia y Japón. En los primeros momentos la idea original se centraba en que cada país debía adoptar una política monetaria que mantuviera los tipos de cambio exteriores al 1 por ciento, sin dejar el patrón oro. Cuando EUA agregó al final de la firma que se asumiera al dólar americano como moneda de cambio, ya estaba preparando el camino de lo que vendría. La entonces URSS no firmó el documento. 

Hoy 49 años después del cese del concepto del cambio internacional en base al oro, está renaciendo nuevamente la idea. La Federación Rusa determina que sus intercambios comerciales internacionales deben ser en oro y si a raíz del conflicto Rusia-Ucrania, algún país acreedor le congela sus reservas en oro en el banco, las deudas serán pagadas en rublos su moneda,  que obviamente está respaldada en su oro.

Por qué tanto empeño en este “material”, acaso el petróleo no es el oro negro; así concluyen algunos. Es que el oro es algo irrepetible, con cantidades básicas en la tierra y características únicas que lo convierten en un material de valor indiscutible. Por otro lado, el petróleo es capaz de continuar su constante ciclo de creación, su valor imprescindible está dado por el marketing comercial que se le ha adjudicado para poder valorizar el dólar a nivel de mercado internacional.

La historia del oro no nace con las fluctuaciones económicas o las necesidades de sostener una guerra; el material tan cotizado tiene una amplia y antigua utilización que no es basada únicamente en la creación de productos nuevos como si sucede con el petróleo, cuyos derivados abarrotan el mercado.

El plástico en sus diferentes facetas o su introducción en los productos alimenticios, medicinas, etc son un ejemplo evidente del valor inferido al petróleo que más tarde es transferido al dólar. El problema esencial del petróleo es el daño que puede ocasionar al humano, en contradicción con los beneficios de su competidor el oro, sin embargo, no se mencionan sus daños sino sus virtudes, así como se le adjudican valores propios de los metales, con el fin de proporcionarle un prestigio inexistente.

La historia que rodea al oro está marcada por un largo camino que terminó en la anulación total como producto de cambio y representación de valor, aun cuando en los siglos XIX y XX jugó un papel importante y clave en las transacciones. El patrón oro, respaldaba las monedas, el valor estaba determinado por su relación fija entre ambos, utilizándose el oro para salvar incluso, cuentas internacionales, su papel permitía que se rectificara automáticamente el desequilibrio internacional.

Una de las ideas dentro del Acuerdo Bretton Wood venía sustentada sobre la base de crear una moneda de cambio que se llamaría Bancor, estaría ocupando el lugar de una reserva para sostener el cambio y desarrollo internacional. No podremos conocer nunca su verdadera utilidad porque no se llegó a poner en uso. Esta moneda fue conceptualizada por John Mayocard Keynes y E.F Shumacker, basada en la unión de Banco-oro.   Todos estaban claros, no podían permitir que: fuese una moneda prioritaria de un país y mucho menos sin un respaldo fuerte.  

El Bancor, no se concibió como una moneda sino una unidad de cuenta que, para ser más exactos, es una de las funciones del dinero. En base al valor del Bancor, se podría cotizar y negociar precios. Su valor estaría en que de esta forma se tiende a impulsar las diferentes economías de mercado y se logra avanzar a la eficiencia. Un sueño para cualquier gobierno que cumpla su verdadera función.

Claro está que quienes controlaban los negocios internacionales, no tenían ni la más remota idea de complacer a los economistas. Para este grupo de élite controladora, no hacía falta un respaldo si tenían el control de la economía mundial a través de un valor de cambio ficticio, con una moneda fiduciaria (valor concedido por la confianza que pudiera tener valor) y un producto ansiado por todos, al cual le crearon utilidad y necesidad. Aquí entra a jugar su papel el petróleo. Se pasó de un Patrón Oro con valor real a un Patrón Petróleo de valor ficticio

La dependencia económica de productos derivados del petróleo tales como el plástico, no tenían que ocupar un papel primordial en la vida cotidiana pero, la maquinaria de la propaganda y el consumo, lo pusieron en el primer lugar. El viejo negocio del litro de leche de cristal más saludable ha pasado a ser ahora una exquisitez de adinerados. Esto es control en todos los sentidos.

Foto de <a href="https://unsplash.com/es/@mathieustern?utm_content=creditCopyText&utm_medium=referral&utm_source=unsplash">Mathieu Stern</a> en <a href="https://unsplash.com/es/fotos/1zO4O3Z0UJA?utm_content=creditCopyText&utm_medium=referral&utm_source=unsplash">Unsplash</a>

Volvamos a la economía. La Ley del patrón Oro, fue firmada en 1900 por el presidente William Mc Kinley, con esto se establecía que el oro sería el único patrón para redimir el papel moneda y de esta manera se detendría el bimetalismo. En mi criterio muy personal, este fue el primer paso conciso para introducir lo que ya tenían calculado, darle al dólar americano un valor monetario independiente y sin respaldo en oro. Este paso que pudiera parecer inocente prometía un futuro brillante a los intereses detrás del poder. Detenía de un solo golpe el cambio al unísono de oro y plata.

No fue un solo paso, ellos tenían un plan, un conjunto de acciones muy estudiadas. Según el principio monetario de la Ley de Gresham, el “dinero malo” tiende a expulsar el “dinero bueno”. Este financiero inglés de la época de la dinastía de los Tudor en el siglo XVI, Sir Thomas Gresham refirió que “dinero bueno” muestra poca diferencia en su valor nominal ósea el valor de la moneda, con su valor comercial que es valor del material utilizado para su realización, metales preciosos, níquel, cobre. 

Sir Thomas estaba en lo cierto, las personas prefieren gastar el dinero malo que representa el valor del dinero bueno porque este queda guardado y protegido mientras entra en circulación aquel dinero creado para representar su valor. Con el tiempo el dinero malo se convierte en la moneda en circulación. 

La moneda de metal es intercambiable libremente a un valor ligeramente superior al del mercado de lingotes. Esta moneda lleva intrínseco el valor del material, y el valor de la impresión, además de la facilidad de uso, de esta manera son aceptadas con más facilidad (Canadian Gold Maple Leaf, American Gold Eagle, Libertad México), después esta moneda intercambiable pasaría a ser sustituida por la moneda mala. Conociendo el orden, solo se necesitaba preparar el camino.

El conocido Crimen del ’73 se refiere a la ley firmada por Ulysess Grant el 12 de febrero del 1873 (17 Stat 424) que prohibía la impresión de las monedas de plata. A partir de este momento se comenzaba el camino para implantar el fin del bimetalismo. Esta medida sorprendió a los tenedores de lingotes cuando decidieron ir a la Casa de la Moneda a acuñar sus monedas de dólar de curso legal. 

La Casa de la Moneda había sido establecida en EEUU en 1792 bajo la Ley de la Casa de la Moneda para acuñar oro y plata únicamente en respuesta a los depósitos de ese metal por parte de los ciudadanos. En aquel momento ambas monedas estaban en curso.  

La historia de la economía manipulada por poderes ocultos siempre tiene una justificación para establecer sus normas financieras. Los conocidos billetes verdes (por el color de la tinta utilizada) no estaban respaldados por monedas (lingotes acuñados) hasta que el presidente republicano Rutherford B. Hayes respaldó la Ley de Reanudación de Especies de 1875. Estos billetes habían sido despreciados en sus inicios por no tener valor de respaldo. En 1867 circulaban más de $350 millones de dólares en billetes verdes. Notas respaldadas por monedas chocaron con los nuevos billetes verdes en el mercado nacional.

Este billete verde fue el inicio del dólar estadounidense; término que se refiere en el “argot popular “a los billetes de la Reserva Federal de los Estados Unidos (USD). Su origen se remonta a la Era de la Guerra Civil con el fin de pagar gastos de guerra, con esto eliminaron los canjes de los pagarés a la vista, por monedas de oro. Fue una estrategia de mercado para pagar los compromisos económicos con billetes sin valor legal y como colofón el 25 de febrero 1862, permitiendo que el secretario del Tesoro emitiera Bonos de Oferta Legal, con diseño parecido a los Bonos a la vista, pero no podían ser canjeados. En resumen, una estrategia de mercado total; dos Bonos parecidos con distinto final. Uno, tendría respaldo monetario y el otro ninguno, por tanto, no se podría canjear.

Unos días después, el Tesoro de los Estados Unidos autorizaría la emisión de Bonos de Oferta Legal en papel por valor de 150 millones de dólares, esto abrió el camino para la moneda moderna. Según la leyenda pocos meses después, el 29 de agosto de 1862, se produjo la primera moneda moderna cuando el jefe de la Oficina Federal y cinco empleados imprimieron billetes de papel en el sótano del Edificio del Tesoro de los Estados Unidos. (aparece otra leyenda, los sótanos y garajes son sitios ideales para grandes proyectos de control poblacional)

 Paso a paso, los precursores del Banco de la Reserva Federal lograron su objetivo. Primero desecharon la moneda de mayor circulación y de más rápido crecimiento: la plata, alegando que dos metales no podían estar circulando al mismo tiempo. Con el oro como referente principal, la tarea fue más fácil. Se ajustaron a la Ley Gresham y con ello le concedieron al dinero malo la primacía de mercado, justificando más tarde su valor con un producto al que la propaganda y el marketing pondrían en el lugar número uno de consumo. La vuelta al Patrón oro tendría una justificación económica, financiera y de honor. Las economías han perdido su estabilidad cuando su respaldo es tan ficticio como las leyes por las que se rigen.

Comparte el artículo

Share on Facebook
Share on Twitter
Share on Linkdin
Share on Pinterest

escribir un comentario

articulos relacionados

Oklahoma Elimina 453,000 Votantes Ineligibles: Un Paso Clave hacia la Integridad Electoral.
Val el empalador, una historia de terror.
Un monstruo de dos caras.

WhatNews US. Portal de análisis y comentarios de noticias políticas y económicas relacionadas con Estados Unidos y el Mundo.

Reservados todos los derechos a: AAPatriots | Desarrollado por: PlusMIT – Agencia de Marketing Digital

Reservados todos los derechos a: AAPatriots
Desarrollado por: PlusMIT – Agencia de Marketing Digital

Scroll al inicio