Ser exponentes de las noticias en español en un país de habla inglesa y ante una comunidad internacional ansiosa en temas diversos, es un compromiso de superación contante. Buscar temas diferentes e interesantes nos pone un reto. Abarcar la tecnología y la ciencia, además de política, salud, economía y cultura es casi una feria de variedades, pero sabiendo que el conocimiento es un regalo que no ocupa espacio, al final vale la pena el encuentro.
Mientras se habla en el mundo de una canasta familiar que a penas se puede cubrir por los altos precios de los servicios, es necesario entender que no necesariamente tendría que ser de esta manera. Nuestra vida agitada podría llevar menos presión si existiera una conciencia de recursos, y podemos confiar que no me estoy refiriendo en lo absoluto a la agenda del new deal. Nuestra naturaleza es prodiga en espacios y habilidades para ofrecernos la mayor variedad de opciones para llevar una vida feliz y despreocupada en cuanto a carencias artificiales
En algún momento de la historia de la humanidad el universo monetario se transformó en una fuente de usura para individuos con ansias de poder y fue a partir de ahí que aquellos recursos libres comenzaron a ser restringidos y luego escasos. Pensemos por un momento por qué sembramos árboles sin fruto en nuestros jardines, ciudades y patios. Sólo hay una razón, obligarnos a comprar en grandes supermercados que son propiedad de compañías multinacionales y millonarias. Promover el concepto de limitaciones y hambruna, creando ficticios organismos para repartir falsos alimentos y esclavitud social.
Las carencias alimenticias o energéticas no deberían ser una preocupación en nuestras vidas y la solución está en las investigaciones de Nicolás Tesla, un científico que sabía sacarles chispas a los campos magnéticos. Metales tales como níquel, el cobre, hierro, cobalto y otros pueden ser creadores de campos magnéticos, metales que están fundidos en el interior de la tierra y esto se conoce como: campos magnéticos terrestres, generados por corrientes eléctricas debido al movimiento de iones en una región conocida bajo el nombre de núcleo interno.
Puede parecer muy complejo, pero no es así. La tierra en su totalidad tiene minerales en su interior que generan esos campos magnéticos y estos a su vez pueden realizar una fuerza sobre cualquier carga eléctrica que esté situada dentro de su campo de acción, siendo está la energía electromagnética, cuyo concepto es la cantidad de energía almacenada en una región del espacio que podemos atribuir a la presencia de un campo electromagnético y su intensidad depende del campo magnético y el campo eléctrico. Puede que nos los formulen de muy variadas maneras y la complejidad de las fórmulas hasta nos de miedo, pero la verdad es mucho más simple.
Una carga eléctrica crea un campo magnético y un campo eléctrico a su alrededor y esta se va propagando, de hecho, uno de los inventos de Tesla en Canadá lleva más de cien años generando electricidad. La conclusión final es, acaso los conocidos parayos que veíamos en cada construcción hasta los años 70, tenían el objetivo de detener la fuerza de los rayos que descargaban a tierra realmente o será más bien una información milenaria para atraer energía libre.
La energía está bajo nuestros pies, en nosotros, en la comida, en la atmósfera. Saber atraerla y concentrarla para luego redistribuirla no es una conocimiento secreto y exclusivo, es un legado de las civilizaciones que nos precedieron y que nos lo han robado para esclavizarnos. Aumentar las tarifas eléctricas, crear motivos inexplicables para elevarnos el costo de los servicios es una estafa.
Países como Cuba, por ejemplo, donde el níquel y el cobre fueron parte esencial de la economía no hay justificación para padecer interminables apagones, desabastecimientos de alimentos. Cómo, quién y cuándo nos robaron el conocimiento milenario para luego colocarnos contadores eléctricos y encarecernos el consumo por kilowatt, es una pregunta que nos debemos hacer. Por qué tantos científicos, maestros, ingenieros han servido para ocultar un conocimiento que es de todos. Por qué nos han mantenido esclavos trabajando para pagar servicios que ellos obtienen libre de la atmósfera que nos pertenece.El conocimiento no ocupa espacio y nos hace libre. Tenemos la responsabilidad de transmitir en español la mayor cantidad de información y curiosidades que sirvan para agradecer ser parte de este universo, en este momento y descubrir que en nuestras manos ha estado siempre ser libres de nuestra esclavitud sistémica. Descubrir la ciencia, la historia, el arte, la utilidad de cada objeto en las culturas anteriores nos hace poderosos. La tecnología no ha creado sabios a los jóvenes sino la sabiduría de nuestros antepasados que no hemos sabido defender es la verdadera joya. La tecnología recicla conocimiento que ha estado en nuestros libros, en la herencia. No necesitamos un new deal que nos someta bajo el nuevo orden sino un renacer del conocimiento que es nuestra joya cultural.