Nelson Rockefeller dijo una vez: “los hombres de negocio no olvidan que la esencia de los
negocios es el negocio” , hoy más de 70 años después de haber pronunciado esa
aseveración los pueblos despiertan y han entendido que un negocio sin ganancia a su favor no
es un buen negocio; la única manera de lograrlo es separándose del dólar estadounidense y
comercializando con sus monedas respaldadas por las riquezas que una vez les extorsionan a
cambio de un dólar sin valor alguno.
La industria del petróleo cae por tanto su dinero FIAT, basado en confianza de un mercado
sustentado por el uso inapropiado de productos derivados del petróleo se está desplomando
poco a poco. La imposición de una industria eléctrica por la fuerza, es la última y más
despiadada batalla por no perder el poder sobre los mercados.
El año 2024 comenzó con una alianza del BRICS más fuerte y por tanto una devaluación en
picada de la supremacía del dólar estadounidense, su papel global ha disminuido
considerablemente, pero no siempre fue así.
En 1958 los grandes capitalistas se unieron en una sola voz para vender un proyecto que les
entregaba el poder de los países que ellos cada vez empobrecen más. Un artículo de la revista
Bohemia de ese año publicaba un artículo de Luigi Milanese y la versión de E.G llamado: La
internacional de los capitalistas y comenzaba con,
Convencidos de que la libre iniciativa podría garantizar el bienestar y combatir el
comunismo, los grandes capitalistas, desde Ford a Krupp y de rockefeller a Wallenbegr,
están organizando una “Conindustria mundial”
Este proyecto que vendían con palabras de lobo disfrazado de oveja se promocionaba como
una asociación integrada por los mayores capitalistas del mundo con objetivos de dar vida a la
“Banca Internacional de Inversiones privadas” y por consiguiente proponen el surgimiento
de un “Tribunal de Arbitraje’ con el objetivo de mediar en cualquier conflicto que surgiera con
los inversionistas.
El arma más poderosa que utilizarían, según la propuesta, sería el “boicot” contra los
gobiernos “culpables” de no respetar lo que los inversionistas extranjeros consideraban sus
derechos, y las puertas permanecen cerradas para estos gobiernos hasta que no obedecieran
los mandatos establecidos.
Estos argumentos fueron marcados en 1958 en la Conferencia Mundial de Industrias en San
Francisco y más tarde en Luxemburgo. Todo lo descrito estaba basado en la idea absurda e
irreal que los inversionistas estaban haciendo el “favor» a estos países subdesarrollados de
invertir su dinero y por tanto merecían todos los privilegios mientras los pueblos serían
considerados culpables si no cumplian con los términos.
El capitalista que llega con la cartera de dinero bajo el brazo para imponer su agenda, describe
el artículo de Bohemia, no es acogido con alegría, los pueblos los miran cada vez con más
recelo porque no se trata de comunismo ( es la justificación que los capitalistas ladrones le dan
a los que se ponen a sus agendas) contra capitalismo. Este es un nacionalismo que define a
aquellos países llamados subdesarrollados con mayor necesidad de capital pues desde mucho
antes le han estorbado sus riquezas y donde las leyes son menos favorables a las inversiones
extranjeras.
Los negociantes quieren garantías y para ello crean la “Carta Magna del Capitalismo” que fue
lanzada por Hermann Abs, presidente de la Deutsche Bank y consejero personal del “mago” de
la economía alemana Erhard. Lo peor son las mentiras que se esconden. Los banqueros judios
estaban negociando con un conocido banquero nazi, con mayor poder en el Tercer Reich. Su
historia fue convenientemente ajustada para encajar con sus objetivos personales y de los
“inversionistas”. La Carta Magna le daba un significado mayor al proceso pues, violar sus
estatutos significaba suspender los creditos personales inmediatamente a los pases violadores.
Pasado más de 70 años la historia ha dado un vuelco muy grande y hoy el Deutsche Bank está
en quiebra, los países no quieren inversores y las sanciones no surten efectos. La mayoría de
los pueblos comprenden el significado de estos “poderosos” y donde ha radicado su poder.
Estamos esperando con paciencia el final de la historia, nos ha tomado 75 años pero la verdad
está a punto de ser expuesta.
